Viernes 3 de marzo de 2017
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—Empezó el noticiero…
-Sí; hacía falta algo informativo en vivo
y sacamos Noticiero 8, con Elpidio Pa-
redes, que fue el primer conductor. Él
tenía que contar todo porque había
muy pocas imágenes de noticias. Las
pocas que había eran filmadas, en
cine, en películas reversibles, que tar-
daban 40 minutos en revelarse. Y tam-
bién eran mudas, o sea que había que
hacer en vivo el comentario.
—¿Cuándo mejoraron las cosas?
—En realidad empeoraron para des-
pués mejorar. Creo que fue a fines del
65 cuando un día llegó un camión se-
mirremolque de Canal 13 y cargó todos
los equipos, todo el canal, menos la cá-
mara, y se fue. En ese momento se
produjo un gran cambio, que la gente
seguramente no recuerda. Ya no podía-
mos hacer programas en vivo porque
tuvimos que llevar la cámara a la planta
transmisora; ahí se proyectaba una pe-
lícula en una sábana y se tomaba con
la cámara de vivo para que la película
saliera al aire.
—¿Nunca apagaban esa cámara?
—No, a esa cámara hay que hacerle un
monumento.
—¿Cuánto tiempo duró esa situa-
ción?
—Yo creo que casi dos años, todo ese
tiempo pasando películas en la sábana.
Eso duró hasta que en el 67 llegó un
equipo nuevo, que Estornell había com-
prado en Francia. Este era el primer
canal que tenía esos equipos. Eran tres
cámaras con zoom y al lado de lo ante-
rior eran una maravilla.
—¿Seguían haciendo los programas
en la boite del hotel?
—No; trasladamos el estudio. Tiraron
abajo el escenario del teatro y en ese
lugar se construyeron dos estudios; los
camarines del teatro se convirtieron en
camarines de televisión. Se hicieron
tres pisos para el canal y empezamos a
trabajar con tres camarógrafos, sonidis-
tas, iluminadores y parrilla de luces.
Recién ahí era un canal en serio.
—Todo cambió…
—Si, en ese momento vino lo que yo
llamaría la época de oro del vivo en
San Juan. Llegamos a hacer catorce
programas en vivo en un solo sábado.
Mientras salía un programa desde un
estudio, se iba montando todo para el
programa siguiente en el otro. Quedá-
bamos exhaustos, además porque los
programas en vivo se ensayaban todos
tres o cuatro veces, como si fuera tea-
tro.
—¿Cuándo empezaron los progra-
mas femeninos?
—Cuando tuvimos el estudio nuevo.
Empezó a salir un programa para muje-
res que se llamaba “Para nosotras”,
que conducía Mimí Thuller. Era una lo-
cutora muy profesional que la señora
Conte Grand de Flores, dueña de la
agencia que tenía ese espacio, traía de
Mendoza todos los sábados. Después
empezó Femenina, al principio condu-
cido por Noemí Acosta. Ese programa
lo hacía la Agencia Galván y después
reemplazaron a Mimí Acosta por Nina
Galván.
—El papel de las agencias era muy
importante…
—Las agencias compraban los espa-
cios en blanco, contrataban a los artis-
tas y vendían los avisos. Eran épocas
de apogeo; los negocios se peleaban
por hacer publicidad en televisión, se
vendía como pan caliente y comenza-
ron a filmarse los eventos deportivos.
—¿Qué otros programas propios sa-
lieron en esa época de apogeo?
—
Pedro Herrera, después fue secreta-
rio general del Sindicato de Prensa,
hacía un programa que se llamaba “In-
conveniente para Mayores”. Hubo tam-
bién una serie de envíos culturales,
que duraban tres o cuatro meses y ter-
minaban. Después empezó
“
San Juan
en Alta Visión”, uno de los mejores pro-
gramas de la televisión sanjuanina y
del país.
—¿Por qué era tan bueno?
—Duraba una hora y media y fue la pri-
mera vez en la Argentina que en un
programa musical de televisión los can-
tantes hacían play back. Ese es un
dato muy importante. Los cantantes
grababan primero su canción en un es-
tudio hermoso que tenía don José
Rocha en Catamarca y Laprida; des-
pués hacían la mímica en el canal. Don
José Rocha se adelantó a la televisión
argentina 10 años, porque eso se hizo
mucho después en Buenos Aires.
—¿Y en los 70?
—La mayor exigencia que fue alrede-
dor de 1973. En esa época salió Tele-
sábados Gigantes, un programa que
hacía la agencia de Sevilla y Barros.
Duraba cinco horas, todos los sábados
en vivo y con público en el estudio.
Tenía muy buena aceptación. Trabajá-
bamos en los dos estudios porque los
avisos también eran en vivo. En un es-
tudio se ponían, uno al lado de otro,
todos los stands de los comercios. Un
locutor salía al aire en un stand, con un
aviso, y ya estaba otro locutor prepa-
Esta foto es de 1966 y en ella aparece un delgadísimo Raúl Lavié entrevistado por Lucy
Campbell que vestía un llamativo atuendo durante el programa “Actualidades sanjuani-
nas”. Este fue uno de los primeros programas de Canal 8. (Foto proporcionada por Rafael
Pérez Vela)
Cuando construyó sus estudios y tuvo equipos nuevos, Canal 8 puso en el aire gran can-
tidad de programas locales. Uno de ellos, que perduraría durante muchos años, fue “Fe-
menina”, con la conducción de Nina Galván, quien aparece en esta fotografía de 1967.
Durante años la publicidad televisiva se hizo en vivo. En esta imagen se ve no sólo a los
locutores, sino también los cartones y los productos que se mostraban en distintos stands
ubicados en el estudio de Canal 8.
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s
Llegamos a hacer
catorce programas
en vivo en un solo
sábado. Mientras
salía un programa
desde un estudio,
se iba montando
todo para el
programa siguiente
en el otro.
“San Juan en Alta
Visión” fue uno de los
mejores programas
de la televisión
sanjuanina y del país.
Fue la primera vez
que un programa de
musical de televisión
los cantantes hacían
play back
Recuerdos