Viernes 28 de julio de 2017
17
Las veces que
San Martín estuvo
en San Juan
historia
Pasa a página siguiente
s
L
os historiadores no están de
acuerdo en cuanto al número
de visitas que realizó San Mar-
tín a San Juan; la mayoría
opina que viajó dos veces, en mayo y
julio de 1815.
Fundan sus aseveraciones esencial-
mente en el despacho del 24 de mayo
de 1815 donde informa “al muy ilustre
Cabildo, justicia y regimiento de Men-
doza que esa noche partía para San
Juan” y en la comunicación de la misma
fecha al director interino José Ignacio
Alvarez Thomas, expresándole que de
inmediato partiría para San Juan.
Es necesario analizar los antecedentes
directos que predispusieron al goberna-
dor intendente a realizar el primer viaje.
El relato documental que hace el inge-
niero Augusto Landa en su obra “Doctor
José Ignacio de la Roza – Teniente Go-
bernador de San Juan”, ha aportado
mucha luz respecto de la cuestión que
nos ocupa.
En efecto, el director Carlos María de
Alvear, enemigo tradicional de San Mar-
tín, lo había obligado a renunciar al
cargo de gobernador intendente de
Cuyo, con gran disconformidad del pue-
blo de Mendoza. Pero, a su vez, produ-
cida la sublevación de Fontezuelas,
Ignacio Alvarez Thomas destituye a Al-
vear haciéndose nombrar director su-
premo interino; producido este
acontecimiento las autoridades nacio-
nales reconsideran la situación de San
Martín quien acepta la designación del
nuevo director.
El cabildo de San Juan adhiere a la ac-
titud de Alvarez Thomas y depone al te-
niente gobernador Manuel Corvalán,
produciendo la designación del doctor
José Ignacio de la Roza según el acta
del 26 de abril de 1815; pero el vecinda-
rio va más allá, tomando una medida de
gran trascendencia que declaraba la se-
paración de San Juan del gobierno de
Mendoza, proclamando, prácticamente,
la autonomía provincial.
El 2 de mayo de 1815 el cabildo sanjua-
nino orientado por de la Roza, revoca
tal separación y aprueba el nombra-
miento del general José Rondeau como
director supremo y, como suplente, al
coronel Ignacio Alvarez Thomas, quie-
nes habían confirmado en su cargo de
gobernador intendente de Cuyo al coro-
nel mayor don José de San Martín.
No obstante en San Juan continuaba
un estado de inquietud alarmante, cir-
cunstancia que decide a De la Roza,
solicitar al gobernador intendente el
envío de tropas para guardar el orden.
Al efecto, le escribe según la documen-
tación citada por Landa: “Nada puedo
hacer si V.S. no nos manda alguna
fuerza; el pueblo ha visto lo que él
puede y no conoce lo que debe”.
San Martín comprende la gravedad de
la situación y envía de inmediato, la pri-
mera compañía del regimiento Nº 8,
(23-V-1815) resolviendo trasladarse a
San Juan al día siguiente, para ello
cursa las comunicaciones pertinentes al
cabildo y al director Alvarez Thomas
como ya hemos referido.
En la comunicación al cabildo expresa:
“Solo la presente situación del pueblo
de San Juan que exige imperiosamente
mi presencia, sin pérdida de momentos,
me puede privar del dulce placer de fe-
licitar a V.E. y a este noble y virtuoso
pueblo, el día grande de nuestra rege-
neración política (25 de mayo de 1810).
V.S. que penetra bien la necesidad de
conservar el orden de los pueblos que
abusando de su soberanía faltan a los
mismos deberes que espontáneamente
se impusieron, disculpará mi separa-
ción”.
Al dirigirse a Alvarez Thomas agrega,
lamentándose: “Desengañémonos Ex-
celentísimo Señor, la demasiada libera-
lidad con unos pueblos que
acostumbrados a arrastrar las cadenas
de la servidumbre, no conocen los lími-
tes que le prescribe el Estado de Liber-
tad a que han pasado, no puede
traernos sino consecuencias funestas”.
A pesar de tan importante documenta-
ción que glosamos, se abrigan dudas
que el viaje se realizara efectivamente;
analizando la cuestión se reflexiona en
el sentido que pudo ser suspendido, a
último momento, sin darse publicidad al
respecto.
9 de julio de 1815
(Segundo viaje)
No existen dudas que el 5 de julio de
1815, el gobernador intendente viajó a
San Juan, llegando el 9 del mismo mes,
como si esa fecha, dice Cesar H. Gue-
rrero, “anticipara una predicción, pues,
Por el Dr.
Fernando F. Mó
Nota publicada el 19 de agosto de 2000