Viernes 13 de mayo de 2016
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aplicación de una inversión
inicial para su vida (naci-
miento-desarrollo y madu-
rez-cierre). Necesita invertir
en estudios prospectivos y
exploración en terreno antes
de definir la viabilidad téc-
nica, económica y social de
un proyecto minero que es lo
que le permitirá concretar
luego las siguientes etapas y
que el proyecto minero sea
un hecho como tal. Por
tanto, la gestión del financia-
miento de dichos estudios, e
inversiones tienen asociadas
un alto riesgo y no son finan-
ciables por el sistema ban-
cario tradicional, deben
buscarse alternativas de fi-
nanciamiento de largo plazo.
En todos los países, pero
Con la vista en Canadá
C
anadá fue pionera en el financiamiento y oferta pública
de acciones de empresas mineras, haciendo que la acti-
vidad se financie con instrumentos de largo plazo. En los
últimos años, en aquel país también crearon el Toronto Venture
Exchange para financiar proyectos pequeños o en etapas inicia-
les (las conocidas como empresas Juniors).
En Canadá el Mercado de Capitales está desarrollado para apo-
yar a la industria desde las etapas tempranas de exploración a
través del mercado “venture” hasta el desarrollo, construcción y
producción de las minas a través del mercado “Senior”. Y lo que
se quiere realizar en San Juan estará muy ligado a Toronto.
principalmente en las eco-
nomías desarrolladas, las
empresas mineras y de
otras actividades económi-
cas, obtienen financia-
miento de largo plazo
mediante la emisión de
sus “títulos” (acciones)
para el financiamiento del
capital de trabajo de ellas
mismas. Se financian pro-
yectos de inversión de em-
presas que componen la
actividad económica de
esa región. Los mercados
de capitales especializa-
dos en minería más desa-
rrollados en el mundo son
los de Canadá, Australia,
Nueva Zelanda y USA.
También existe en Latinoa-
mérica el mercado de
Perú.
—¿Qué tipo de operato-
rias quieren implementar
desde Gobierno para los
proyectos mineros?
—Se puso en marcha una
serie de herramientas fi-
nancieras para todos los
sectores de la minería,
desde la artesanal a las
más importantes. Algunas
Alberto Hensel, ministro de Minería
“Se busca socializar
el negocio minero
”
de esas herramientas anun-
ciadas por el gobernador
Uñac ya estarán disponi-
bles a partir del 1 de junio
próximo. Además, estamos
pensando en generar un
mercado de capitales loca-
les para socializar el nego-
cio minero.
—¿Quién puede invertir
en el mercado de capita-
les?
—Cualquier sanjuanino
podrá ingresar en el nego-
cio minero. Significa que el
maestro, el obrero, el mé-
dico pueda acceder. Hay
mercado de valores en To-
ronto y a nadie le llama la
atención. ¿Por qué no po-
demos tener en San Juan a
algo similar?
—¿La provincia tam-
bién puede aportar
en ese mercado de
capitales? Tiene
millones de pesos
en el banco que
le rinden menos
quizás que en
una inversión de
este tipo.
—La provincia
tiene un valor ac-
tivo muy impor-
tante que son
las áreas mine-
ras y esto lo
haremos
valer.
D
espués de recibir su sentencia a seis
años de prisión, Alejandra Ríos, la
madre de Camila Brusotti, habló desde
el Penal con el equipo periodístico de Canal 5
Telesol. En esta entrevista, relató cómo cono-
ció a Pedro Oris y contó las situaciones de vio-
lencia a las que la sometió.
—¿Cómo viviste el juicio?
—Ha sido durísimo escuchar las declaracio-
nes, las de los médicos emitiendo juicios sobre
mi personalidad. Ellos veían una madre que no
lloraba ahí a gritos, pero no significaba que no
llorara, que no estuviera sin dormir, ni comer,
con un embarazo de alto riesgo. La bebé per-
día los latidos y tuve que estar internada en el
CYMIN. Ahí me pusieron la contención psicoló-
gica de la licenciada Marcela Belli, gracias a su
intervención pude darme cuenta dónde estuve
metida.
—¿Qué te llevó a estar internada?
—El darme cuenta de que mi hija se estaba
muriendo y que yo no había podido ver para
sacarla de ahí. No tenía ganas de vivir, le dije a
Dios: “te entrego mi vida por la de mi hija. Yo
no quiero vivir más, pero que Camila viva”.
—¿Cómo conociste a Oris?
—En 2009, cuando nos trasladamos con el
colegio del centro a Santa Lucía, él era el
encargado de mantenimiento del edificio.
Después, a nivel personal, empezamos a
mantener una relación de amistad en 2012.
Y después de pasar por una situación de in-
fidelidad uno se siente pisoteada, y él me
hacía sentir valorada. Él demostró
querer mucho a Camila. Cuando él
estuvo de portero en la escuela,
le compraba la merienda, el al-
muerzo. Al principio se mostró
como lo que no es: Un compa-
ñero, un padre.
—¿Cuándo empezó a cambiar?
—En los primeros meses de la sepa-
ración con el papá de Camila no es-
tuvo y cuando reapareció, a fines de
2012, principios de 2013, empezaron
los problemas. Decía que el papá
de Camila quería volver con-
migo y tenía demostraciones de
celos. A los veinte días del atraso
de mi bebé fue la primera golpiza,
porque estuve conversando con el
papá de mi hija, cosas de la escuela de
ella. Cuando entré al departamento estaba
como loco, había roto vasos y platos. Le dije
que se fuera y cuando le abrí la puerta me em-
pujó para atrás y no recuerdo nada más.
Cuando me desperté me estaba pateando la
cabeza.
—¿Intentaste irte?
—Me fui tres veces, las tres veces me en-
contró y fue peor. Se compró el arma y me
dijo que, si me iba, me iba a matar, a mí, a
mi hija, a mi mamá y a mi papá. Cada vez
que cargaba el revólver ponía cada bala
con un nombre. Me alejó de mi familia,
estaba completamente sola. Todos dicen:
“la docente, la vicedirectora”. Yo no soy
la docente, soy Alejandra, soy mamá,
soy una mujer que fue víctima de violen-
cia. No me sirven los títulos, nada. Soy
una más de las mujeres de Oris y de
todas las mujeres golpeadas. No im-
porta el nivel social, ni la profesión,
uno se enamora de esta clase de
hombre y cuesta mucho salir.
Fui a la Comisaria Primera cuando hice la de-
nuncia, después de lo que le pasó a mi hija, y a
la Comisaría de la Mujer. Fui con la marca del
caño en mi panza, lo ha dicho un abogado en
el juicio. Mi bebé Milagros nació con la marca
del arma porque él me presionaba con que me
iba a matar si yo lo abandonaba, estando mi
hija internada.
—¿Te amenazó con matarte a vos y a tu
bebé?
—Sí, decía que ese bebe era Oris. Él sabía
que era una nena, él y yo nada más lo sabía-
mos. Decía que me iba a matar, que mi hija era
una Oris y mi hija no es Oris, es Ríos.
DESPUÉS DE LA SENTENCIA
Alejandra Ríos
cuenta su verdad