Viernes 19 de mayo de 2017
década, en San Juan se registraron más
de 100 asentamientos precarios o villas
de emergencia. Se debilitó el interior y
creció significativamente el Gran San
Juan. La pobreza no solo era una dura
realidad, sino que se veía como nunca
antes; haciendo más evidente, la desi-
gualdad.
Un cambio
de siglo dorado
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n nuevo gobierno democrático
parecía consolidar las institucio-
nes, pero nuevamente la crisis
económica, en el primer año del Siglo
XXI, puso en riesgo las instituciones. El
vicepresidente primero, y más tarde el
presidente; abandonaron sus cargos, y
el Congreso, luego de varios intentos fa-
llidos, logró articular la transición.
Pero el mundo estaba en otra frecuen-
cia. China, Rusia y la India crecían a
tasas extraordinarias, cercanas a los
dos dígitos. La demanda de comestibles
y minerales llevó los precios de las
“commodities” a récords históricos y por
primera vez, desde la segunda guerra
mundial, se invertían las ventajas com-
parativas de los productos primarios…
cambiaban los términos de intercambio,
y la demanda de estos, superaba a los
manufacturados.
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Argentina, devaluación mediante, vuelve
a ser “Granero del Mundo”, de la mano
de la soja – oro verde y fuente de in-
greso de divisas para una economía de-
vastada.
San Juan no tenía soja, pero sí oro, y
del verdadero. Los trabajos de explora-
ción de la década anterior y toda una
tradición minera, por primera vez se
transformaban en realidad. En 2004,
luego de fabulosas inversiones en la
construcción de una mina de oro, se ex-
traía de Veladero el primer lingote de
condensado de oro y plata, que sería
exportado para refinar a Inglaterra. San
Juan producía oro en el Valle del Cura y
también en Calingasta y en cercanías
de Jáchal (Gualcamayo).
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Cambió el clima social. Furor por estu-
diar Ingeniería en Minas, hablar inglés y
tener una camioneta 4 x 4. Empresarios
improvisados o aprendices se transfor-
maron en afortunados. La economía
local brillaba en todas sus facetas: Inver-
sión, empleo, distribución y consumo.
El gobierno provincial, alineado al nacio-
nal, equilibró las cuentas públicas y for-
taleció las erogaciones sociales, con
erradicación de villas a verdaderos ba-
rrios, construcción de escuelas, hospita-
les, rutas, centros culturales, deportivos
y recreativos y un fuerte impulso a toda
la obra pública.
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El sector privado se recuperó, no solo
de la mano de la minería, sino de un
mercado interno creciente, con un con-
sumo en aumento, vehículos, inmuebles
y calidad de vida que desde hace años
no se veía en la provincia.
Esta situación se mantuvo hasta el cam-
bio de década. La crisis global del año
2008 en la provincia pasó desaperci-
bida. No hizo mella en el consumo, ni en
el ánimo social.
A comienzos de la nueva década, la
economía comenzó a moderar su creci-
miento. La inflación aparece como un
fantasma que se había dormido una
larga siesta. Las paritarias de los sala-
rios lograban conquistas que el mercado
no ganaba.
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El gobierno nacional impuso un cepo
cambiario y un fuerte control de la mo-
neda extranjera, así como de las impor-
taciones. Esto presionó al alza los
precios internos y aceleró la inflación. El
gasto público creció más que la econo-
mía y el Estado se transforma en el gran
empleador. Los mercados miran con
gran desconfianza y ya no arriesgan,
solo esperan el cambio de gobierno
La economía nacional va con la inercia
de la década pasada, pero cada vez
carga más peso en sus espaldas. El tipo
de cambio controlado comienza a retra-
sarse y se achican los incentivos a ex-
portar. La soja ya no es el oro verde.
En San Juan, la inversión en minería co-
mienza a disminuir; las empresas, a ra-
cionalizar sus estructuras de costos.
Lama Pascua detiene la construcción de
la mayor mina de la provincia. La econo-
mía provincial comienza las viejas retóri-
cas sobre la matriz productiva, la
elaboración del vino como alternativa, el
rol del Estado en la fijación de precios y
marcos del negocio, la prórroga de la
Promoción Industrial, entre otros temas
del pasado.
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La década 2004 – 2013 deja sin em-
bargo mucha tela para cortar. ¿San Juan
se preparó para aprovechar sus ventajas
comparativas en minería? La respuesta
es No. Los empresarios locales ganaron
mucho dinero, pero desarrollaron muy
pocas soluciones nuevas. Fueron (y to-
davía lo son) mas rentistas que empre-
sarios. La incipiente Industria
metalúrgica tuvo una oportunidad de
“oro”, que unos pocos aprovecharon par-
cialmente. Los mayores beneficios fue-
ron para Mendoza, Córdoba y Buenos
Aires. La cadena de valor sustituyó muy
pocas importaciones y la reconversión
industrial fue nula.
Los controles de la actividad minera tam-
bién dejaron una dura lección. Exceso
de confianza y falta de experiencia, po-
drían ser muy caros a la economía pro-
vincial, si a futuro se pretende consolidar
esta cadena productiva.
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Las otras cadenas productivas (la pro-
vincia tiene 14: Vinos Diferenciados,
Vinos Básicos, Jugos de Uva, Pasas de
Uva, Hortalizas en Fresco, Fruta en
Fresco, Semillas, Aceituna y Aceite de
oliva, Hortalizas Industrializadas, Tu-
rismo Valle Central y Zonda, Tics, Servi-
cios Mineros, Pecuario y Forrajero y
Turismo Jáchal) mantuvieron un desa-
rrollo moderado y endógeno. No logra-
ron transformar sus productos y
servicios en verdaderos atractivos nacio-
nales e internacionales, que aporten In-
greso a la provincia y desarrollo a su
industria y comercio. Muchos parques
industriales y pocas industrias. Deficien-
tes acciones comerciales para salir a
vender “San Juan al Mundo”, son tareas
que deberán enfrentar los nuevos líde-
res de la provincia, si pretenden hacer
historia.
A mitad de la nueva década, la Argentina
da un nuevo paso institucional. Treinta
años consecutivos de democracia son
un aliciente para cuidar la institucionali-
dad y renovar nuestros vínculos con el
mundo.
San Juan acompaña este proceso, con
sus propios sueños, anhelos y un recu-
perado orgullo de habitar esta bendita
tierra. La economía, como la tierra, tiem-
bla y nos desafía; nos lleva a superar-
nos, a obtener los mejor de nosotros.
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El Nuevo Diario, desde su nacimiento,
pregonó el desarrollo local, el compre
sanjuanino, los valores del terruño, los
talentos locales y miró esta tierra, desde
su potencialidad y posibilidad, en un
sueño compartido. Somos parte de este
recorrido y estamos comprometidos con
esta construcción, que nos hace orgullo-
sos de este suelo que habitamos y este
cielo que nos cobija, y especialmente de
las manos que nos ciñen.
* Economista
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La economía, como la tierra,
tiembla y nos desafía; nos lleva a
superarnos, a obtener los mejor
de nosotros.
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En los 90 todo cambió. Se procuraba lo nuevo, moderno, importado y global. Así, llegaron grandes cadenas de supermercados.
PARA LA REACTIVACIÓN