toda clase de indumentaria, artículos
para el hogar. Motos y autos japoneses
o alemanes, los preferidos.
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El mundo crecía y los minerales eran
cada vez más demandados, como el
oro, la plata y el cobre. En 1994, con la
nueva ley de Minería, San Juan recibe
inversiones destinadas a la exploración,
por sus históricas ventajas comparati-
vas, que se ponían en valor; con el
nuevo marco legal.
No obstante, los niveles de empleo califi-
cado crecían, los precios se mantenían
estables, pero el comercio exterior era
muy básico, con pocas exportaciones y
una industria cada vez menos competi-
tiva. La apertura económica permitió
controlar la inflación, pero vino acompa-
ñada de un gran deterioro de la industria
nacional, alto nivel de endeudamiento
público y privado, y un centralismo cada
vez más marcado, en especial luego de
la reforma constitucional de 1994.
El final de la década nuevamente estuvo
marcado por un cambio institucional, con
un sistema democrático más consoli-
dado, pero una marcada crisis econó-
mica.
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San Juan estaba cada vez más aislada
del contexto nacional, con una industria
en retracción, los beneficios del desarro-
llo vitivinícola que pasaron de los pro-
ductores a los bodegueros, muchos de
estos foráneos; y el comercio local en
franco retroceso. El turismo, como alter-
nativa, tampoco logró desarrollo; a dife-
rencia de lo que hicieron Mendoza y
luego San Luis en Cuyo.
El estado provincial era cada vez más
dependiente (tanto política como econó-
micamente) y nuevamente, con una
matriz económica inviable, o al menos
con muy pocas posibilidades de crecer
sumado a grandes motores de la econo-
mía en manos extranjeras o foráneas,
con el Banco San Juan, la energía eléc-
trica, el transporte, etc.
La globalización también trajo como re-
sultado la creciente desigualdad. En la
L
a década del 80, sin duda, estuvo
marcada por el retorno a la demo-
cracia, cuando en 1983 terminó la
sangrienta dictadura militar y nuestro
país retomaba el orden institucional.
La Guerra de las Malvinas no solo fue un
conflicto armado con Inglaterra, sino un
posicionamiento internacional, que
afectó la economía argentina.
A nivel macroeconómico, la situación era
delicada, con una altísima deuda ex-
terna, el deterioro de los términos de In-
tercambio (Cepal – Presbich), un tipo de
cambio devaluado y un alto nivel de de-
sempleo, con inflación, sin control, y
altas tasas de interés.
En esas condiciones sufren todas las
economías, pero en especial, las regio-
nales, que no tienen muchos instrumen-
tos para protegerse. San Juan, con una
matriz económica fuertemente marcada
por la vitivinicultura, lo sufría con más in-
tensidad, sumado a una estructura obso-
leta, por falta de inversión privada y
pública.
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La llegada de la democracia no alcanzó
para una fuerte reactivación económica.
La inflación se fue comiendo el nuevo
peso del Plan Austral, los precios de las
“commodities”, del campo principal-
mente, estaban por el piso; y la sustitu-
ción de importaciones, como alternativa
de salida, se desarrollaba a paso lento,
una injerencia estatal, en el campo pri-
vado, que trajo más problemas que solu-
ciones. (El Estado en el mercado del
vino, turismo y construcción, entre otras).
En los cafés, se hablaba de la Cavic, los
excedentes de vino y la manera de man-
tener el statu quo, sin mayores esfuer-
zos. El Estado debía ayudar.
Sin embargo, la provincia, de gran de-
pendencia presupuestaria nacional (no
Viernes 19 de mayo de 2017
Una economía con
muchas
idas y vueltas
muy distinto de hoy), se vio beneficiada
por un buen acuerdo de coparticipación
y comenzaban a llegar las primeras “in-
dustrias promocionadas”, por la ley de
reparación histórica; y daba la sensación
de que por primera vez la provincia co-
menzaría su ansiada diversificación de la
“matriz productiva”.
Así, a finales de la década, con una de-
mocracia, magullada y algunos tropie-
zos, se da el primer cambio de gobierno
constitucional, con elecciones dentro
del marco de la ley.
Un mundo
globalizado
E
n el mundo, comenzaba a acele-
rarse el proceso de globalización
e Internalización de la economía,
con fuerte posicionamiento del capita-
lismo liberal. Argentina no se quedaba
afuera, y se sumaba a los grandes mer-
cados internacionales con fabulosos tra-
tados y acuerdos, a los que no
estábamos preparados para aprove-
char.
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En San Juan, este proceso dejó gana-
dores y vencidos. La tecnología se
aplicó a las actividades agrícolas, lo que
mejoró sus rindes, bajó el consumo del
agua y optimizó sus productos. Pero las
escalas para este desarrollo eran de
cientos de hectáreas (100 – 250- 500),
lo que dejó al margen minifundios de 5,
10 o 20 has, que hasta fines de la dé-
cada anterior, le permitían vivir a una fa-
milia.
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La industria también se globalizó, incor-
porando tecnología y aprovechando la
Promoción Industrial (aunque no todos
fueron buenos negocios, sino que hubo
también varios negociados; con las fa-
mosas empresas “con rueditas”, o fan-
tasmas).
La internalización no solo elevó los es-
tándares industriales sino también revo-
lucionó el comercio. San Juan tenía
tiendas tradicionales y era muy difícil
competir con la historia y tradición. Pero
en la década del 90 todo cambió. Se
procuraba lo nuevo, moderno, impor-
tado y global. Así, llegaron grandes ca-
denas de supermercados, luego las que
comercializaban electrodomésticos y
AÑOS
31
26
Escribe
Marcelo José Delgado*
En la primera gobernación de Leo-
poldo Bravo fue creada la Corpora-
ción Agroeconómica Vitícola y
Comercial (CAVIC).
La Promoción
Industrial también se
presto para varios
negociados; con las
famosas empresas
“con rueditas”,
o fantasmas.
LA DEMOCRACIA NO ALCANZÓ