En los 31 años transcurri-
dos desde la aparición de
El Nuevo Diario, la socie-
dad sanjuanina experi-
mentó grandes
transformaciones, no solo
en las costumbres y tradi-
ciones de la población sino
también, y de manera más
profunda, en el mismo con-
cepto de familia.
E
n 1986, la vida cotidiana de
los sanjuaninos se encon-
traba atravesada por fuertes
vientos de cambio, signados por la
reciente recuperación de la demo-
cracia en la Argentina, la progre-
siva apertura a un mundo cada
vez más globalizado y la reforma
de la Constitución Provincial de
ese mismo año.
uuu
Con la impronta del radicalismo y
el afán de fortalecer la democra-
cia, los derechos civiles tuvieron
una significativa ampliación, gra-
cias a la lucha de distintos secto-
res. Las mujeres, por ejemplo,
fueron protagonistas de avances
en diversas áreas, que les restitu-
yeron derechos como la patria po-
testad compartida (1985), que
había sido abolida por la dictadura
de 1955.
uuu
Cuando El Nuevo Diario llevaba
un año de vida, otro debate sacu-
dió a la sociedad, que hasta el mo-
mento se regía en gran medida
por los mandatos de la Iglesia Ca-
tólica y los sectores más conser-
vadores. Tras diez meses de
polémica y fuertes enfrentamien-
tos, en junio de 1987 fue aprobada
la Ley de Divorcio Vincular, que
habilitó la posibilidad de volver a
contraer matrimonio. Los divorcios
de los primeros tiempos reafirma-
ron una demanda que existía
desde hace años, en familias que
mantenían una separación de
hecho y se encontraban atadas
para continuar con su vida afec-
tiva, económica y social. Con el
tiempo, las cifras de divorcio co-
menzaron a estabilizarse y paulati-
namente también disminuyó la
tasa de matrimonios, mientras au-
mentó considerablemente la de
convivencia.
Viernes 19 de mayo de 2017
AÑOS
31
30
Escribe
Graciela Marcet
Cómo cambió la vida familiar
y cotidiana de los sanjuaninos
Elecciones libres,
familias diversas
A
unque en la actualidad
el divorcio es una situa-
ción frecuente en muchí-
simas familias, San Juan no tuvo
una adaptación rápida al nuevo
modelo de familia que emergía a
fines de los ´80. El estilo de vida
tradicional de provincia chica y la
fuerte influencia de la Iglesia deter-
minaron una gran resistencia a
estos cambios, con un correlato ne-
gativo para quienes los encarna-
ban. En los primeros tiempos, el
divorcio no solo significaba un im-
pedimento para realizar ciertos tra-
bajos (especialmente aquellos
vinculados a la educación y las ins-
tituciones relacionadas a la Iglesia),
sino también una mirada diferente
para los hijos de los padres que
elegían este camino.
Con el tiempo estos cambios se con-
solidaron y las nuevas tendencias en-
contraron asidero legal en 2015. A
partir de ese año, el nuevo Código
Civil otorgó a las parejas convivientes
un mayor número de derechos y obli-
gaciones y, por otro lado, agilizó el
trámite de divorcio, con la eliminación
de los plazos y las causas. Así, la fi-
delidad pasó a ser solo
una cuestión moral, diri-
mida en el ámbito de la
pareja.
En 2010, el matrimonio
igualitario llegó para re-
conocer los mismos dere-
chos a las uniones de
personas del mismo sexo,
mientras dos años más tarde
fue promulgada la Ley de Identidad
de Género, que permitió a las perso-
nas manifestar en el DNI su identidad
autopercibida. Estos cambios, suma-
dos a los nuevos métodos de repro-
ducción asistida y una nueva
concepción de filiación, determinada
por la voluntad procreacional y no por
la genética, significaron la consagra-
ción de los diferentes tipos de familia
y estilos de vida que existían en la
práctica desde hace tiempo.
La tensión por la salud reproductiva
Los avances
de la
Constitución
del ´86
M
uchos de los cam-
bios que la Argentina
experimentó en las
últimas tres décadas fueron
anticipados por la Constitu-
ción Provincial de 1986. Como
otras veces en la historia, San
Juan se adelantó a la Nación
al introducir reformas que
luego fueron incorporadas a la
Constitución Nacional. Ade-
más de las implicancias a
nivel político y jurídico, la
nueva Constitución consagró
derechos, libertades y garan-
tías individuales y sociales, re-
afirmó el derecho fundamental
a la educación, la cultura y la
libertad de expresión y esta-
bleció mecanismos de demo-
cracia semidirecta para una
mayor participación de la ciu-
dadanía en la sociedad.
SOCIEDAD
E
l control de la natalidad y la
salud reproductiva tuvieron
un derrotero similar, aunque
la consagración de ciertos dere-
chos no ha logrado aún imponerse
de manera total. En los `80, la lega-
lización de la ligadura de trompas
significó un gran paso para las mu-
jeres, cuyas opciones se encontra-
ban muy restringidas en el área de
la planificación familiar. Más tarde
fue aprobada la Ley de Salud Re-
productiva pero la entrega gratuita
de anticonceptivos en los hospita-
les de San Juan fue obstaculizada
hasta hace pocos años por admi-
nistraciones de Salud pertenecien-
tes al núcleo más conservador de
la provincia.
La misma resistencia tuvo la aplica-
ción de la Ley de Educación Se-
xual, que todavía constituye una
materia pendiente en la mayoría de
las escuelas sanjuaninas.