Viernes 27 de mayo de 2016
entrevistas
Estado, incluida la universitaria, de-
bería planificarse de acuerdo a las
necesidades del país o a un proyecto
definido o como hoy deberá seguir
siendo autónoma?
—El Estado en el caso argentino actual
no puede quedar al margen de cierta
planificación de sus necesidades porque
en especial la Universidad está consti-
tuida para resolver las necesidades de
la sociedad, entonces si requiere en un
determinado momento profesionales
con ciertas características tiene que pro-
mover esa formación a través de mu-
chos mecanismos que están en manos
del Estado. El sistema de becas, de em-
pleo asegurado al finalizar la carrera,
entre otros, son incentivos para dicha
planificación. Esto repito es en nuestro
sistema actual.
En el futuro también podrán buscarse
mecanismos para promover vocaciones
a través de incentivos con el sistema
libre propuesto. Esto es relativamente
simple pero con el sistema de aprendi-
zaje que se viene todo cambiará de
cariz. Los niveles educativos formales
van a desaparecer porque nos concen-
traremos en el aprendizaje no en la en-
señanza. Primaria y secundaria serán
conceptos del pasado. Los conceptos y
habilidades se adquirirán informalmente
o a través de un formalismo muy dife-
rente al actual. Inclusive la obligatorie-
dad del aprendizaje será mucho más
rigurosa y controlada y todos deberán
aprender algo. No hay planificación en
cuanto a carreras. En el caso de las ca-
rreras en la universidad actual, el Es-
tado financiador no puede quedar al
margen de cierta planificación como he
dicho para promover determinadas ca-
rreras que sean necesarias en un deter-
minado período de la vida de un país. Si
hoy necesitamos 10.000 ingenieros por
año y producimos 5.000 pues algo hay
que hacer, porque de lo contrario el de-
sarrollo del país se entorpece y, por lo
tanto, se debilita el bien común y como
a ese bien común tiene que propender
el Estado, entonces resulta obvio que
hay que planificar sin cercenar vocacio-
nes. Esto requiere equilibrio para gober-
nar, en cualquier ámbito, requiere un
equilibrio que no todos tienen y ver el
más allá. Aquel que lo logra, en general,
se llama estadista.
—Dada la velocidad de los cambios
conceptuales y tecnológicos ¿debe-
remos apuntar a la educación perma-
nente, revalidando los títulos cada
cinco o diez años o seguir con el ac-
tual sistema?
—La educación va a tender como he
dicho a desprenderse cada vez más del
educador frente al aula. Empresas pri-
vadas y estatales integradas por exper-
tos (súper alfabetizados) serán
responsables de la creación de cursos
en formatos muy variables. Esos cursos
serán certificados por el propio Estado,
lo cual puede ser un inconveniente si las
libertades no son plenas, pero también
pueden ser certificados por diferentes
instituciones y ONG como las acade-
mias de ciencias, fundaciones, inclusive
las diferentes iglesias pueden emir su
opinión y certificar o no. Lo importante
es conocer la certificación del curso. Los
profesores locales, que seguirán exis-
tiendo, serán guías y entrenadores.
Esos profesores locales también podrán
ponerse al día y actualizarse continua-
mente a través de este software que en
realidad debiera llamarse “courseware”.
—Un concepto diferente…
—Es imposible transmitir conocimientos
sin educación permanente y ese es el
gran problema de hoy. Los nuevos co-
nocimientos tardan mucho en impartirse
porque no hay quién lo haga hoy en
todas las localidades del país. Esto ocu-
rre en todas partes del mundo. Los co-
nocimientos no llegan en tiempo y forma
porque no hay maestros ni profesores
para estar frente a las aulas. Así la for-
mación docente parte mal desde los Ins-
titutos de Formación Docente, algunos
lamentables, que existen en la Argen-
s
Viene de página anterior
“
”
El otro problema con que nos enfren-
tamos en la educación tradicional es
la distancia, que se va incrementando
año a año, entre el alfabetizado y el
súper alfabetizado. Los nuevos resul-
tados e innovaciones aparecen en tra-
bajos científicos en revistas
especializadas que no pueden ser en-
tendidas por el alfabetizado. La bre-
cha así se agranda
HUGO LEVATO
6
E
l Dr. Hugo Levato nació en Bue-
nos Aires, cursó sus estudios se-
cundarios en la Escuela Normal de
Profesores N°2 “Mariano Acosta” y
sus estudios universitarios en la Es-
cuela Superior de Astronomía y
Geofísica de la Universidad de La
Plata, de donde egresó en 1973 con
el título de doctor en Astronomía
(especialidad astrofísica).
Es especialista en Espectroscopía
Estelar, Estrellas Anómalas, Bina-
rias, Cúmulos abiertos, Asociacio-
nes, Clasificación Espectral y
Estadística. En el aspecto tecnoló-
gico se ha dedicado al diseño de es-
pectrógrafos y a los detectores
electrónicos para baja iluminación.
Docente universitario e investigador
en diversas universidades naciona-
les e internacionales, fue director del
Observatorio Astronómico “Félix
Aguilar” de la Universidad Nacional
de San Juan. Es Profesor Titular
Simple en la Universidad Nacional
de San Juan
Es miembro de la Carrera del Inves-
tigador de CONICET, en la catego-
ría Principal.
Durante 25 años fue Director del
Complejo Astronómico El Leoncito
y desde el 15 de mayo de 2009 es
Director del Instituto de Ciencias
Astronómicas, de la Tierra y del Es-
pacio de CONICET. Además es
asesor del Ministerio de Ciencia y
Técnica.
Pertenece a varias asociaciones
nacionales e internacionales y reci-
bió importantes distinciones como
el premio “Bernardo Houssay”, del
CONICET, el premio Laurel de
Plata del Rotary Club de Buenos
Aires y la distinción de honor de la
República de Bolivia.
Hasta la fecha ha publicado 225
trabajos de los cuales 105 lo han
sido en revistas internacionales que
usan el sistema de árbitro y ha pre-
sentado trabajos en 50 congresos
nacionales e internacionales de la
especialidad. Como miembro de la
Unión Astronómica Internacional ha
dictado conferencias y cursos en
las universidades de Asunción del
Paraguay, Bucaramanga en Co-
lombia, Instituto Geofísico del Perú,
Universidad de Quito, Ecuador, Pa-
raguay, Costa Rica y Panamá
Hugo Levato