Viernes 27 de mayo de 2016
Escribe
Eduardo Quattropani*
temas de la justicia
La Violencia de Género
“tipo Fuero de Atracción”
La “Violencia de Género” es, sin
duda alguna, de aquellos temas
que han concentrado la atención de
juristas, comunicadores y organiza-
ciones intermedias; su tremendo
impacto en la Sociedad así lo justi-
fica.
Con toda buena intención, en
nombre de esa preocupación,
se propician algunas medidas que,
creo, técnicamente son erróneas
como lo vienen asumiendo algunos
precedentes de la doctrina más cali-
ficada, pues:
a)
A la generosa idea de un
Fuero
especial y exclusivo para casos
de Violencia de Género
se contra-
pone, hoy, la postulación de
Juz-
gados Multifunción
en los cuales,
una vez radicada la denuncia por
Violencia de Género, se traen (tipo
Fuero de Atracción) todo otro pleito
que se haya suscitado o se susci-
tare, así por ejemplo:
Divorcio, Te-
nencia, etc.
Con esa organización se pretende,
por una parte, evitarle a la víctima
una suerte de peregrinación por dis-
tintos Fueros y Juzgados; por la
otra el evitar decisiones contradicto-
rias, proponiendo la actuación de
un juez único con una
visión inte-
gral de la situación.
Queda claro que algunos operado-
res (Jueces, Fiscales, Defensores y
Asesores) pueden sentir que la
existencia de esos Juzgados los
sacan de cierta especialización,
nada que no se pueda superar con
un poco de voluntad y hasta con
secretarías especializadas.
l
Adelanto
, es la discusión que
bajará desde jurisdicciones más
avanzadas y hasta del Ministerio
de Justicia de la Nación,
advierto
el análisis debe ser hecho, en
este tema como en todo otro vin-
culado a la Justicia, desde la
perspectiva del justiciable y no
de la comodidad de los operado-
res del sistema.
b) Refugios
para la víctima, ellos
deben constituir una excepción,
pues
la regla debe ser la exclu-
sión “cautelar” del presunto
agresor
y no el “desarraigo” com-
pulsivo de la agredida. Ello en los
hechos concretos y no solo en la
teoría.
c) Oficinas de Violencia Domés-
tica:
que la Corte Suprema de Jus-
ticia pretende –de hecho lo está
logrando- “exportar” a las jurisdic-
ciones provinciales, constituyen
una especie de
“despilfarro de re-
cursos” y de “revictimización de
la agredida”,
pues la somete a
todo un proceso del que
solo se-
rían rescatables las estadísticas
–parciales pero estadísticas al fin-
y que los de la Corte Suprema, en
verdad, ni para eso sirven.
d) Querella:
Deben
fortalecerse
las estructuras para que el Estado
provea abogados que patrocinen a
las víctimas como querellantes.
e) Sentencias Definitivas:
Supe-
rando la naturaleza casi cautelar
que han adquirido las causas de
Violencia de Género donde el Es-
tado, el Poder Judicial, parece con-
formarse con la toma de medidas
precautorias, desentendiéndose de
la solución definitiva.
He querido tocar estos aspec-
tos puntuales de la Violencia de
Género como llamado al análisis
racional, serio y conducente del
tema, para los que tengan algo que
decir –
en base a saberes
- lo
digan, y los que no tengan nada
serio que decir –
en base a no sa-
beres
- no lo digan,
también esa
es una manera de aportar, creo.
s
s
s
s
8
COLUMNISTAS
algo de alguien
Tacto
S
egún el diccionario, tacto es
alguno de los cinco senti-
dos. Es el que nos permite
percibir los objetos tocándolos. Es
ese sentido que aprovechan los
ciegos para leer con los dedos y
así suplir con uno lo que falta del
otro. Ese que nos hace acariciar a
quien queremos con nuestras
manos, con las yemas de nuestros
dedos apenas o apretar con más
ganas, a veces. Ese tacto con el
que palpamos las pieles, de un
bebé, de un ser querido o, simple-
mente, de un pétalo de rosa.
Ese tacto que nos permite diferen-
ciar una moneda de un botón. El
tacto es el maestro que enseña al
carterista a no equivocarse y ser
efectivo. Es quien enseña sutilezas
al pianista y guía las caricias de un
amante o, sin quererlo, aprieta un
gatillo. Ese tacto es el que sabe
distinguir la seda de la lana, y lo
rústico de lo fino y elegante.
Todo eso está bien, pero yo quiero
hablar de eso otro que también se
llama tacto y es el don que muchas
veces viene con los años (pero no
siempre) y con la buena educa-
ción. Es ese que se ayuda de los
buenos modales, la discreción y el
silencio para hacer su trabajo. Tra-
bajo que, precisamente, no se
debe notar, que debe actuar entre
bambalinas.
El tacto es el enemigo declarado
de la velocidad. El apuro muchas
veces nos hace actuar con falta de
tacto, como se dice. Al tacto debe-
ríamos tenerlo en el bolsillo siem-
pre, para que nos evitara meter la
pata tan seguido.
Tener tacto es algo difícil; de
aprender, de poner en práctica y,
en especial, de sostener con el
tiempo. No siempre se puede ac-
tuar con tacto, máxime cuando se
tiene temperamento fuerte y no se
ha nacido diplomático.
Además, con los años se nos va
instalando la insolencia de la expe-
riencia que creemos tener y al
tacto se lo va haciendo a un lado,
s
Vicepresidente Primero del
Consejo Federal de Política Cri-
minal de los Ministerios Públi-
cos de la República Argentina
Escribe
Gustavo Ruckschloss
casi hasta perderlo.
Es fácil confundirlo con la hipocre-
sía aunque es, precisamente, lo
contrario. Es la sinceridad con
educación, con medida, con tino,
con mesura; características que lo
definen por naturaleza.
Vimos que algo con lo que no se
lleva bien, es con los apuros; debe
andar con tranquilidad, esa que es
patrimonio casi exclusivo de los
mayores ya que la adolescencia
se caracteriza por la inmediatez de
su actuar; son los dueños del im-
pulso y el vértigo. Menos aún con
la infancia ya que lo espontáneo
casi nunca tiene tacto.
Terminaré aquí mi comentario con
el mayor tacto posible.
NOTA: Existen otros tipos de tac-
tos, en especial en medicina, pero
esos son ámbitos en los que no me
conviene meter.