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Viernes 26 de agosto de 2016
C
eleste Martínez de Hoz y Fernando
Bugallo llegaron por cuestiones la-
borales en el año 1988 a Barreal. Él
venía contratado por una empresa para de-
sarrollar un proyecto de aromáticas y semi-
llas de alfalfa. Dicho proyecto estaba
ubicado en Tamberías y tenía una duración
de cinco años.
Por las contingencias de la economía, el
proyecto no se renovó. Sin embargo, la pro-
fesión de ingeniero agrónomo de Fernando
le valió obtener la dirección del Colegio
Agropecuario de Barreal Jesús de la Buena
Esperanza. En el cargo se mantuvo durante
25 años. Paralelamente, con dos hijos pe-
queños, luego llegarían dos más, y como
Celeste es profesora de Educación Física,
empezaron a desarrollar su pasión, el hoc-
key sobre césped.
Lo direccionaron porque sus hijos querían
practicarlo. Luego la enseñanza se amplió a
otros chicos, mayoritariamente varones. La
práctica crecía y de repente se encontraron
fundando un club en medio de los valles
cordilleranos. No estaba en los planes, pero
llegó. A partir de allí el otro paso era la com-
petencia. Con una escuela formativa que
iba de los 7 a los 17 años, la competencia
era clave. Y para hacerlo hacía falta una
pista para la práctica.
En el primer proyecto, la cancha era de
polvo de ladrillo porque en esa época eran
las canchas oficiales para jugar. Cuando
salió el proyecto, después de casi 12 años,
las canchas ya eran de sintético. Fue Ca-
chito Vigil, entrenador de Las Leonas, quien
les dijo que siguieran insistiendo, que cam-
biaran el proyecto.
Luego llegaría la decisión del menor de los
Bugallo, Agustín, de irse a vivir a Buenos
Aires para practicar el hockey. Fue bien reci-
bido en el club Mitre y rápidamente llegó la
convocatoria a las preselecciones hasta
transformarse en un “leoncito”.
—Celeste, ¿qué relación tenían usted y
su esposo con el hockey sobre césped?
—Los dos hicimos hockey en Buenos Aires,
él jugaba y yo también y como teníamos
dos varones en ese momento, decidimos
enseñarles como para pasar el tiempo
—¿Ahí nace la idea de fundar el club?
—Nunca pensamos en fundar un club, la
idea al principio era solamente dar una acti-
vidad que nosotros sabíamos hacer, pero
tuvimos tanto éxito y tuvimos tantos niños
que se acercaron, que al tiempo fundamos
un club.
CELESTE MARTÍNEZ DE HOZ Y FERNANDO BUGALLO, LOS PRECURSORES
La historia de
cómo el hockey
sobre césped
llegó a Barreal
—Hay un dato que no debe pasar desa-
percibido, su hijo Agustín es un “leon-
cito”.
—Agustín es el más pequeño de los cuatro
que tenemos, todos desarrollaron hockey y
a él le gustó. Cuando terminó el colegio en
Barreal nos pidió irse a vivir en Buenos
Aires porque quería seguir jugando al hoc-
key ya en una primera de un club, era un
sueño que tenía
—¿Hace cuánto se fue?
no teníamos cancha, entrenábamos en
un playón y Mendoza empezó a conocer-
nos y ellos nos empezaron a dar, además
de lo que le daban a San Juan, espacios
para estas concentraciones. Así fue como
pudimos mandar varoncitos a estas con-
centraciones, primero lo mandamos a Ma-
tías Fernández, que también estuvo en la
Selección Argentina y después empezó a
ir Agustín y otros chicos y bueno ya los
conocían de antes de sus 13—14 años.
—¿Hay más hombres que mujeres ju-
gando al hockey sobre césped en Ba-
rreal?
—Te diría que hoy en la escuela formativa
tendremos unos 50 niños y está bastante
equilibrado. Nosotros lo canalizamos
hacia los varones, para que nuestros hijos
tuvieran alguna actividad en el pueblo,
pero hoy por hoy van mujeres y varones.
—¿Tienen contacto con los entrenado-
res Carlos Retegui y Cachito Vigil?
—Con el que hemos tenido contacto
siempre ha sido con Cachito Vigil. Noso-
tros no teníamos cancha y él un poco nos
dijo que hay que tener una cancha si que-
remos mejorar un poco el rendimiento de
los chicos, su parte técnica.
—¿Recibieron apoyo de empresarios
privados?
—La ayuda siempre ha sido a nivel muni-
cipal.
Vinieron a Barreal por trabajo y terminaron fundando un club de
hockey sobre césped. Son padres de un “leoncito”. Sus dos hijos
mayores protagonizaron una dramática historia en la
montaña hace diez años. Por qué Barreal
es cuna del hockey sobre césped masculino.
El partido que
hizo recordar
a Barreal
L
a final disputada por
“Los leones” en los
Juegos Olímpicos, que
terminó con la primera meda-
lla dorada para el hockey
sobre césped masculino, se
vivió con intensidad en Ba-
rreal, según cuenta Celeste.
Pero más allá de eso y de
vivir el momento con los dien-
tes apretados, hay algo que
la emociona: “Escuchar
el nombre de Barreal,
un pueblo perdido en
la montaña, es fuera
de serie”, confiesa. Es
que tanto Cacho Vigil
y Carlos Retegui se
refirieron en las en-
trevistas pos triunfo,
a Barreal como cuna
del hockey sobre cés-
ped masculino du-
rante la transmisión
de TyC Sports.
Un susto que casi fue tragedia
Corría el año 2006 cuando sus dos hijos mayores, Francisco y Santiago, casi mue-
ren en la montaña. Fue en la pared sur del cerro Mercedario. La pasión por la mon-
taña los llevó a escalar por ese lugar y sufrieron un accidente. Además rompieron
tres calentadores y se quedaron sin la posibilidad de derretir nieve para hidratarse.
Tras cuatro días de angustia, fueron rescatados con algunas secuelas físicas.
—Hace tres años. Empezó a jugar en el
club Mitre, lo vieron y fue convocado para
preselecciones hasta que quedó en los
“leoncitos”.
—¿Cómo fue creciendo y dando frutos el
trabajo hecho en Barreal?
—Jugamos el campeonato de Mendoza
muchos años y tuvimos realmente un semi-
llero de varones que fue espectacular, fue
muy emocionante porque nosotros todavía
La medalla de oro conseguida en hockey
sobre cèsped fue una sorpresa para todos
Carlos Martínez de Hoz, su hija Celeste Martìnez de Hoz y Agustín Bugallo,
integrante de la selección argentina juvenil de hockey sobre césped