una pasión futbolera o como una
forma de entrar en el mundo político?
— No, ni idea con la política, era casi
como una obligación. Mi abuelo materno
fue presidente de ese club y mi papá fue
presidente de San Martín. Yo mamé San
Martín desde que nací, acompañé tantas
veces a mi viejo a buscar algún jugador a
la villa y decirle al hombre “déjelo que
tiene que jugar esta tarde…” Recuerdo
que una vez fuimos a una comisaría a
buscar a una persona que se había ro-
bado una rueda de una estanciera, mi
viejo le dijo al comisario “déjelo jugar,
cuando termine se lo traigo de vuelta”. Vi-
nieron varios a decirme lo de San Martín y
yo estaba ocupado. Increíblemente le dije
si a una persona que no había visto en mi
vida y era Pepe Villa. UPCN de alguna
manera respaldó a San Martín. Yo acepté
ir a San Martín pero la política no existía
hasta ese momento.
—
Para entender tu introducción en la
política tenemos que ver que fue la
época cuando llega Menem, Palito Or-
tega y Reutemann, aparecen figuras
extra partidarias, siempre conocidas
por la gente.
— Fue la época que irrumpimos juntos,
con la diferencia que en San Juan las
elecciones eran en agosto y en el resto
del país en octubre. De esos paracaidis-
tas en la política, yo fui el primero, acom-
pañé a un sanjuanino que logró ser
intendente en Corrientes y después fui-
mos a La Rioja para apoyar al candidato
oficialista. Nos paseaban como si fuéra-
mos el nuevo aire, la nueva generación
que llegaba. Además todavía estaba muy
arraigado el concepto del caudillo, estaba
el caudillo sanjuanino que fue Leopoldo
Bravo, el correntino Romero Feris. En San
Juan se dio vuelta esta historia de los
caudillos.
—
Recuerdo que había llegado Alfonsín
al Gobierno y fue una sorpresa porque
le ganó al peronismo. A partir de ahí
nace una leyenda: que el peronismo
sólo no ganaba, que le faltaba un plus,
buscar en segmentos de la sociedad
que no eran partidarios. Y ahí es donde
aparecen tu figura, la de Palito, Reute-
mann, entre otros.
—En la introducción al mundo político
creo que hubo un paso previo impor-
tante cuando aceptás la presidencia
de San Martin, ¿lo entendiste como
haberlas hecho. Mi mamá me tomaba
como el reemplazo de lo que se le había
ido y no era fácil.
—¿Qué hiciste?
—En la vida hay que ser inteligente y
agradecido, muchas veces no lo somos.
Yo reuní a la gente que tenía mi papá en
la concesionaria de San Juan y la de
Santa Fe y les dije que no tenían más al-
ternativas que cargarse la concesionaria
en las espaldas. Me tuve que arremangar
y pasé tres meses por las diferentes aé-
reas, repuestos, servicios y administra-
ción. Cuando terminé esa recorrida,
estaba al mismo tiempo recibiéndome de
mi carrera. Tener un buen equipo es lo
más importante en la vida, no ser inteli-
gente uno sino saber con quién se rodea.
11
Viernes 15 de junio de 2018
CON TU VIDA
JORGE ESCOBAR
— Es así, la verdad es que al justicia-
lismo en San Juan siempre le faltaban
diez para el mango. Yo daba con el perfil
para ser independiente porque venía de
un sector que justamente podía brindar
confianza. Pero también pensaba que era
más fácil, me decían acá no hay internas,
vas a ser el candidato. Tuve que apren-
der lo que era la interna, fue un aprendi-
zaje duro y costoso.
— Hay cosas de la política que siem-
pre me sorprenden. En tu caso, pri-
mero la rapidez del crecimiento, llegar
a la Gobernación, al año te destituye-
ron y estaban gobernando los que se
habían ido.
— Llegué ganando muy apretado, había
solo 5 puntos de distancia entre tres par-
tidos. Era mucha la debilidad política,
había ganado en los números pero no
tenía afianzado el poder. Además, sin la
experiencia de lo que era el poder o
cómo ejercerlo y decirle a uno encárgate
vos de la parte política, que yo tengo que
gestionar… Esta infantilidad de aquel en-
tonces con 39 años costó caro.
—
Cuando menos se esperaba la gente
te da un nuevo voto de confianza, pero
también viviste la otra parte, con todo
el poder perdés la elección y a partir
de ahí termina una carrera política.
—
Cuando termina el 99 se viene la ola de
la Alianza y tapaba todo. Increíblemente
fue la mayor cantidad de votos que saqué
en mi vida y perdí. No podía dejar que
quedará el apellido manchado, tenía hijos
que estaban creciendo, me perdí gran
parte del crecimiento de ellos. Por eso,
cuando terminé la gobernación empecé
de cero a los 50 años y pusimos un nego-
cio comercial porque era la forma de jun-
tarnos todos y enseñarles a mis hijos
parte de lo que había aprendido.
—Es como que jugaste a la política
pero no al poder ¿por qué no hiciste
valer el poder?
—No me gustaba lo que venía. El poder
no lo regalé, cuando volvió el Justicia-
lismo a gobernar lo hizo con la mayoría
de los funcionarios que yo tenía, es decir,
el equipo no estuvo mal armado. Se go-
bernó con un país distinto, con mucha
plata. Al principio no fue una decisión pro-
pia, alguien me dijo “ahora te toca ir al
desierto y en ojotas porque vos no apos-
taste por los Kirchner, vos apostaste por
otro”.
—¿Y nunca te viste con Kirchner?
—
Kirchner era mi colega y cuando me lo
encontré siendo diputado me dijo “vení a
verme” y nunca fui. Por lo que más
quiero, mis hijos, no fui nunca por que no
estaba de acuerdo con Kirchner. A mí me
gustaba el Kirchner osado del principio
que rozaba casi en lo irresponsable.
— La política son pasiones y tu vida es
un ejemplo. Hubo un momento en el
que la gente te ubica en el llano, llegás
con una pequeña minoría. Después
volvés poco menos que transformado
Se observan indicadores de carácter expansivo, es decir
que tiende a ocupar aquellos espacios en los que vislumbra
una oportunidad de crecimiento. Aprovecharía aquellas po-
sibilidades que se le presentan y además tiende a generar
nuevas posibilidades por sí mismo.
Se trata de una persona que muestra rasgos gráficos de
transparencia, es decir que se muestra de forma espontá-
nea, fluida, natural. Reconoce sus posibilidades y debilida-
des, sin disimularlas o esconderlas.
Se detectan algunas situaciones de su vida pasada que aun
estarían pendientes de resolución. Esto generaría un an-
claje de energía vital, de la cual no tiene conciencia aun.
A medida que avanza la escritura del texto, la altura de los
óvalos (letras “a”, “o”, “g”, “d”, “q”) disminuye. Esto nos re-
bela que a nivel consciente consideraría tener una elevada
autoestima, sin embargo en su verdadera esencia esta au-
tovaloración podría estar levemente disminuida.
La letra “p” refleja la relación con la figura paterna. En ella
se detecta un vínculo que se caracterizó por un padre que
habría inculcado un modelo ideológico estricto, el cual ha-
bría sido respetado y seguido por su hijo quien manifestaría
una idealización del mismo.
Se observan indicadores de agilidad mental y capacidad de
previsión muy adaptada y desarrollada.
El nivel de presión de la lapicera sobre la hoja es fuerte, de-
marcando un buen caudal de energía vital al servicio de la
consecución de sus logros.
El perfil
psicografológico
Por: Elizabeth Martínez
Grafoanalista
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s
l
Licenciado en
Administración de
Empresas. Hincha
de San Martin. Su
participación como
dirigente del club
marcó su puntapié
inicial a la política.
En el club tuvo sus
primeros roces con
dirigentes sindicales,
deportivos y
peronistas.
l
Comenzó su vida
en el mundo de los
negocios en la
empresa familiar
(Escobar S.A.) y
luego se abrió de
ésta para asociarse
con su suegro, Mario
Victorio, adquiriendo
automotores Casas.
El más claro...
en un ídolo de rock. Llegabas a los
actos, la gente empezaba a bailar, a
cantar, eras El matador... Después per-
dés las elecciones y ya se te hace difí-
cil ir a una confitería. ¿Te resulta
complejo navegar por todas esas co-
rrientes?
— En la vida normal a veces se pierde, se
transforma. Es difícil tener a una persona
que no sólo era mi chofer sino una per-
sona de confianza y cada vez que salía
de mi casa me preguntaba a donde
vamos. Y un día le dije “vos sos mi amigo
no mi chofer pero me da vergüenza de-
cirte no sé a dónde ir”. Es difícil cambiar
de vida o intentar hacer otra vida
Foto oficial como gobernador de San
Juan en 1991
Jorge Alberto Escobar acompañado por
su esposa, Cristina Victorio
En 1991 asumió la gobernación de la provincia de San Juan. Quien le entrega el bas-
tón de mando es el senador Eduardo Menem, considerado por Escobar su “padrino po-
lítico”. Entre ambos se observa al vicegobernador, Juan Carlos Rojas, quien asumiría
la gobernación al ser destituido un año más tarde el gobernador electo.
Jorge Escobar y Rogelio Cerdera logaron un rotundo triunfo en 1995 con el 48 por
ciento de los votos para la gobernación y mayoría de diputados en la legislatura local.
Jorge Escobar acompañando al entonces
presidente Carlos Saúl Menem, en 1991
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