29 de mayo de 1960, autódromo de Rio Cuarto. Julio Devoto largando junto a Oscar Galvez.
Viernes 28 de octubre de 2016
JULIO DEVOTO, AMPACAMA
D
icen que era un dandy. Para
quienes no entiendan la pa-
labrita o la consideran “de-
modee” diremos que un
dandi o dandy (del inglés dandy) es un
arquetipo de persona muy refinada en
el vestir, con grandes conocimientos de
moda, proveniente de la burguesía, con
una fuerte personalidad y poseedora de
nuevos valores como la sobriedad o el
uso de los avances traídos por la Revo-
lución Industrial, que terminaría convir-
tiéndose en un referente para su
época.
La corriente asociada al dandy se de-
nomina «dandismo», sin estar claro el
origen de la palabra ni si su proceden-
cia fue más literaria que real o al revés,
pero nació en la sociedad inglesa y
sobre todo francesa de finales del siglo
XVIII. Con posterioridad se iría expan-
diendo a otras naciones llevada por
personas que habían residido en Lon-
dres y sobre todo París.
Para académicos como Félix de Azúa,
éste llega con la Guerra franco-pru-
siana y la Primera Guerra Mundial.
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Pero no es de los dandis que desea-
mos hablar sino de un sanjuanino, al-
bardonero para más datos, que
además de ser un dandy o un bon vi-
vant fue un exitoso piloto de Turismo
Carretera en una época de grandes fi-
guras, como Fangio y los hermanos
Galvez, fue un eximio cazador, dicen
que también fue un seductor nato y
murió de una forma por demás confusa
que aun resulta para muchos inexplica-
ble y que dio pie para distintas versio-
nes.
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Julio Devoto fue un hombre polifacé-
tico, pero su rol más popular fue el de
piloto de Turismo Carretera. Es más, su
nombre va de la mano de su seudó-
nimo, Ampacama, escrito así, con c y
no con K. Ampakama es una palabra
huarpe y significa “tierra sin dueño”,
aunque Devoto pintaba el seudónimo
en su auto con c y no con k.
Quienes lo conocieron lo describen
como un tipo rubio, ojos celestes, de
buena posición económica, al que en
invierno era común verlo con sobretodo
de piel de camello, sombrero y corbata
en la previa de las carreras, cuando
muchos de sus colegas estaban de
mameluco.
-¿Por qué se puso Ampacama?
Algo normal en aquellos años. Se puso
Ampacama para que su familia no su-
piera que se había inscripto para co-
rrer.
No obstante, otra versión indica que lo
hizo por el nombre del taller de Juan
Carlos Navone, el mecánico bonae-
rense que le dio una máquina neta-
mente ganadora.
Los viejos amantes del automovilismo
dicen que Devoto era un piloto veloz y
arriesgado; y se cansó de ganar com-
petencias, especialmente en los años
‘50.
Devoto era justamente un hombre de
personalidad fuerte y altanera. Su otra
gran pasión era la cacería. Es más, él
fue el inventor de lo que se conoce
como guanaquera. Con su camioneta
Ford A, sin nada que le diera peso,
salía a cazar y la versatilidad que tenía
un vehículo de sus características le
permitía desenvolverse sin problemas a
campo traviesa.
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Muchos lo comparaban con otro depor-
tista de su época, Carlos Enrique
Saenz Valiente, un deportista argentino
dedicado al tiro y al automovilismo que
fue campeón del mundo con récord
mundial y ganó la medalla de plata en
los Juegos Olímpicos de Londres 1948,
siempre en la prueba de 25 metros con
pistola rápida (calibre 22). En los Jue-
gos Panamericanos de 1955 en Mé-
xico, ganó la medalla de oro con nuevo
récord mundial (589 puntos) en la
prueba individual, y la medalla de plata
en la competencia por equipos. Como
automovilista corría con Ferrari en la
categoría SP (sport), siendo campeón
argentino sport y triunfando en 1955 en
los 1.000 kilómetros de Buenos Aires
en pareja con José María Ibáñez. Al
igual que Devoto, Saez Valiente falleció
joven, a los 39 años, en un accidente
del avión que piloteaba.
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Devoto tenía una obsesión por el alivia-
namiento de los autos y fue un adelan-
tado para la época, pues eliminaba
todo lo que podía para que el auto
fuera menos pesado, además de correr
con ruedas más anchas y varios deta-
lles de motor que lo convertían en im-
batible.
Además, Ampacama guarda una histo-
ria tan poco conocida como insólita en
el TC, allá por noviembre del ‘63. Es
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El albardonero
que corrió con
Fangio y
los Gálvez
Julio “Ampacama” De-
voto, en el autódromo de
Buenos Aires, en 1962
Julio Devoto y su copiloto José Bertoni, después del laborioso triunfo en el circuito de oro de
Mar del Plata, el 19 de noviembre de 1950.