Viernes 11 de marzo de 2016
Escribe
Eduardo Quattropani*
temas de la justicia
Golpe a la institucionalidad.
Poder Judicial de Jujuy
E
l Tribunal Superior de
Justicia de Jujuy
estaba in-
tegrado hasta el 17 de di-
ciembre de 2015 por
cinco
miembros
, a partir de ese mo-
mento, y por decisión del nuevo
Gobierno Provincial, se elevó ese
número a
nueve miembros.
Lo llamativo es que de los
cuatro nuevos designados,
dos eran nuevos Diputados
Oficialistas, los que luego de votar
la ampliación, renunciaron para
asumir en el Tribunal Superior de
Justicia.
Política en estado puro, todo en si-
lencio.
Tampoco nadie dice que otro
de los designados fue un ex
Diputado Provincial del nuevo
oficialismo provincial.
Dato también extraordinario
es que, previo de asegurarse
la elección de un Presidente
“del palo”, se dividió el TSJ en
salas integradas por
dos miem-
bros
, siendo el tercero
ese Presi-
dente amigo que siempre
desempata
.
√
Otro dato llamativo
es que,
creada la Defensoría General,
resultó afortunada la
her-
mana
del Vicegobernador de la
Provincia, quien hoy desempeña el
cargo.
Política en estado puro.
Algo que preocupa en el
orden nacional, en verdad en
todo el país, se concretó en
Jujuy, se le otorgó al Jefe de los
Fiscales Penales la atribución de
dar instrucciones en casos parti-
culares
, lo que, prácticamente,
quita toda independencia a los Fis-
cales y convierte a aquel en titular
de poderes, se podría decir, exhor-
bitantes.
Jura de los cua-
tro nuevos miem-
bros del Tribunal
Superior de Justi-
cia de Jujuy. La
ex diputada del
bloque radical,
Elizabeth Altami-
rano. Luego,
Pablo Baca,
Laura Lamas, y
en último lugar,
Federico Otaola.
Lo que pasó en Jujuy no ha
sido compartido en modo al-
guno por las autoridades na-
cionales, ha sido, por el contrario,
una clara conducta “aldeana”, des-
tinada a colonizar el Poder Judicial,
todo ello oculto en discursos que
falsamente postulan el fortaleci-
miento de las instituciones y en es-
pecial la independencia del Poder
Judicial.
Jujuy, lo que pasó en su Justi-
cia, es el ejemplo de lo que no
se debe hacer, de la intención de
arrasar con la división de poderes.
Esperemos que si dentro de 4
años gana las elecciones un
partido de signo distinto al ac-
tual, al nuevo Gobernador no se le
ocurra usar la misma receta, pues
si ello pasa los jujeños terminarán
con un Tribunal Superior (Corte) de
20, 30 ó 50 miembros. Irracionali-
dad en estado puro.
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COLUMNISTAS
algo de alguien
Gringo
H
ay muchas definiciones de
gringo pero, básicamente,
son esos seres que tienen
que tener herramientas. Son esos
que casi nunca reniegan de tener
que trabajar, aunque, a veces lo
hacen con las condiciones, pero
nunca le sacan el hombro.
Son esas personas que miden al
mundo por los resultados y no por
las apariencias. Son esos que
siempre se levantan temprano; son
simples y disfrutan con cosas sim-
ples. Suelen ser bastante sencillos
en su diplomacia y sus relaciones.
Son nobles, curtidos y serviciales.
Piensan en progresar y en su fami-
lia y, si para eso tienen que esfor-
zarse mucho, así lo harán.
Entre las cosas que forman su mi-
cromundo, está la familia y el hogar
que es donde se nace y se muere ;
se come y se duerme, es el
refugio total, tanto en lo
material como en lo senti-
mental. No hay otro lugar
en el mundo que les im-
porte más que su casa.
Incluye lugar, personas y
trabajo.
El ideal de un buen gringo es
poder aunar sus intereses y afec-
tos allí, en lo suyo. Son partida-
rios de tener todo bajo su ala :
desde la abuela hasta los anima-
les ; desde las herramientas
hasta los hijos estudiando
en la mesa del comedor,
junto a un enorme televisor
nuevo está el bidón con el
aceite para el tractor. un
gringo que se precie debe
tener un galpón, chico o
grande ; humilde o fanfarrón,
pero debe existir. Es conocido
el hábito de independencia
y para eso es necesita
tener cosas que allí se
guardan. Hay alimentos de ani-
males y cristianos (carneo,
conservas, etc ), elementos
del campo, la cama vieja de la
abuela y aquel espejo grande
que no se usa y no se sabe
dónde meterlo. En las paredes
debe verse alguno que otro alma-
naque viejo y alguna bicicleta col-
gada. En el fondo está la pajarera
esperando mejores épocas para
tener inquilinos que alegren los
mates bajo el encatrado o la gale-
ría.
Hay variaciones; no todos los grin-
gos son del mismo modelo. De-
pende del origen, la edad y la
suerte, pero sobre todo, de lo más
importante que tiene un gringo : la
gringa que lo acompaña.
s
Vicepresidente Primero del
Consejo Federal de Política Cri-
minal de los Ministerios Públi-
cos de la República Argentina
Escribe
Gustavo Ruckschloss