Viernes 22 de abril de 2016
política
¿Quién es el dueño de
los votos en el peronismo?
D
esde hace años se ase-
gura que la división po-
lítica del país es muy
clara: un tercio de Argentina es
peronista. Otro tercio del país
es antiperonista. Y el restante
tercio podría ubicarse en un
sector medio, en donde puede
acercarse al peronismo o ale-
jarse.
Ese tercio independiente
es el que decide las elec-
ciones. Y es muy fluc-
tuante. En muchas
oportunidades apoyó al pero-
nismo -esto incluye desde un
Carlos Menem a los Kirchner- y
en otras oportunidades buena
parte de ese sector militó contra
el partido fundado por el gene-
ral Perón. El principal motivo de
este tercio a la hora de definir
el voto es el económico. Si su
bolsillo le indica que está bien,
puede votar incluso a quien
esté salpicado por denuncias de
corrupción.
Hoy en día, gran parte del
tercio del país que es an-
tiperonista, apoya a Mau-
ricio Macri y culpa a Cristina
Fernández de todo lo que está
pasando. Es más, esperan ver
presos a todos los que integra-
ron el anterior gobierno y los
empresarios que se enriquecie-
ron.
El tercio que es independiente
hoy está lejos del peronismo si
bien está dividido. Una parte
apoya a Macri aunque empieza
a inquietarse por la inflación
que no pueden controlar. Hay
otro sector que apoya a Sergio
Massa. Y es una incógnita lo
que harán el año próximo.
Mucho dependerá de como mar-
che la economía.
El tercio peronista es la
gran incógnita. Porque no
hay un líder en el PJ y
hay varios sectores con poder
que están disputándose quien
representará al peronismo. En
esa pelea se mezclan ideolo-
gías y formas de actuar. Puede
estar un Juan Manuel Urtubey,
más tirando a la centro derecha
y con estilo muy similar al de
Mauricio Macri. También están
los gobernadores que deben
priorizar las famélicas cuentas
provinciales antes que las dis-
putas internas. Son los que pre-
sionaron a los legisladores
nacionales para que les dieran
quórum y votaran las leyes que
necesitaba Macri.
Y están también los peronistas
con fuerte presencia en sus te-
rritorios y que buscan imponer
un partido que no obstruya al
oficialismo, pero que se plante
como la fuerza opositora con la
que hay que sentarse a hablar
cada tema trascendente del
país. Este grupo es presidido
por José Luis Gioja y están
entre otros Daniel Scioli, Fe-
llner, Insfrán y dirigentes de
peso del conurbano bonae-
rense.
También están los sindicalistas
que van de un lado a otro sin
problemas y, bajo la bandera de
Perón, pueden apoyar a Kir-
chner o ser los grandes oposito-
res de Cristina tiempo después.
A Cristina Fernández no se
la puede encasillar en los
grupos en los que hoy se di-
vide el peronismo. Principalmente
porque la expresidenta sigue firme
con la premisa que siempre tuvo el
kirchnerismo: “Yo y el mundo”.
Después de estar recluida en el
sur, a instancias del juez Bonadío
desembarcó en Buenos Aires con
acto multitudinario, discurso tribu-
nero y baile incluído. Y comenzó a
operar buscando su espacio.
Quienes conocen a Cristina, afir-
man que no está interesada en dis-
putar la jefatura del PJ. Lo que
realmente quiere es representar a
un porcentaje de la población que
comparte sus ideas y que tiene a
La Cámpora como sus principales
seguidores. Tener el 10, el 30 o el
50 por ciento de los votos no es lo
que desvela a Cristina. Sí le preo-
cupa terminar peleando espacios
de poder con otros dirigentes. Y no
lo hará.
La Cámpora salió a decir rá-
pidamente a través de José
Ottavis que la más peronista
de todos es Cristina y debe presidir
el partido. Y logró unir en su contra
a todos los otros sectores. Sólo a
Macri le conviene que la oposición
esté encabezada por Cristina, por-
que con la expresidenta hay una
relación de amor o de odio, no hay
término medio. Y ella también se
para en ese mismo lugar cuando
desafía a los diferentes sectores.
La suerte inmediata del pe-
ronismo está en manos de la
justicia. Por un lado, los jue-
ces de Comodoro Py siguen proce-
sando a funcionarios y empresarios
que actuaron en el anterior go-
bierno y por otro lado, la jueza
María Servini de Cubría es quien
debe dictaminar si los peronistas
decidirán sus autoridades o nom-
bra un interventor normalizador.
En Argentina siempre estu-
vieron tres actores en
pugna. El poder político, el
poder judicial y el poder económico
lucharon para imponerse. Por lo
general, quien se impuso fue el
poder político que condicionó a los
otros poderes. Ahora, parece ser
que la justicia y la economía están
marcando los ritmos del país. La
justicia principalmente manejando
los tiempos de las causas, acele-
rando y desacelerando según fun-
damentos que el resto de los
mortales no logramos entender del
todo. Y se puede ver a jueces que
tenían el mote de tortugas que en
pocos meses pasaron a ser Fór-
mula 1.
La economía es otro capítulo
aparte. A la hora de hacer negocios
y negociados no distingue color po-
lítico y están todos inmiscuidos.
Por ahora, la gente sigue espe-
rando que despegue de una buena
vez la gestión Macri. Más allá de
reconocer que eran necesarios
ajustes, los tiempos de espera se
van acotando.
El presidente tiene a favor que to-
davía el peronismo no define
quién será el dueño de sus votos.
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COLUMNISTAS
Juan Carlos Bataller Plana
Juanca Bataller @ juancabataller
Juan Bataller
Cristina Fernández regresó a la ciudad de Buenos Aires con el objetivo de liderar la oposición