El Nuevo Diario - page 12

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CON TU VIDA
—Sí, fui un afortunado. También tuve la
contraparte que a los 13 o 14 años me
rompí la rodilla jugando en San Martín.
—¿En Israel termina tu carrera?
—No, después estuve 2 años en Esco-
cia, en el Dundee United y en el Dundee,
jugué un año en cada uno. Fue una
época en la que hubo varios argentinos.
Estuvo el Beto Carranza, Caniggia, va-
rios amigos que había tenido en Boca.
Pero ellos estaban en el Dundee y yo en
el otro equipo. ¿Y con quién me encon-
tré? Con el Negro Tchami que jugó en
Boca, también fue compañero. En la
época que él llega a Boca yo tenía una
lesión en el quinto metatarsiano y me
operan. Entonces Marzolini que era el
entrenador me dijo “ayudame con el
Negro que no conoce nada”. Yo lo lle-
vaba y lo traía, hablaba francés y con
nosotros aprendió el español rápido. Hi-
cimos una linda amistad y cuando llegué
a Escocia me devolvió la mano. Me reci-
bió, me acompañó, me mostraba los lu-
gares. La vida da muchas vueltas.
—¿Y de Escocia?
—En Escocia tuve una experiencia her-
mosa. Me adapté rápido por el idioma.
—¿Tu mundo pasaba por el grupo de
futbolistas o te integraste?
—No, yo me integraba bien. En este
caso teníamos muchos futbolistas ami-
gos, con esposas, que nos juntábamos a
comer. Siempre tuve amistades con los
escoceses. En mi equipo eran casi todos
escoceses, no tenía ningún argentino.
Había un par de franceses. Fue una
linda experiencia. El fútbol escocés es
muy lindo, muy parecido al inglés y se
vive con otra pasión, mucho más tran-
quilo. Vos podés perder un partido y
capaz que a la salida te esperan 100
personas para firma un autógrafo. Para
ellos el resultado es una consecuencia
más de un partido más...
—¿Y de ahí a Italia?
—Sí. Ahí ya estaba bastante lesionado y
me llamaron de Italia. Tenía 31 años.
—Ya estabas sobre el final.
—Sí, porque tuve muchas lesiones en la
carrera y a raíz de una lesión me salían
otras. Cuando llegué a Italia pude jugar
muy poco. Estuve 3 meses jugando le-
sionado y después me intenté recuperar.
Estuve casi un año, 9 meses. Cuando
terminé el contrato le dije al presidente
Viene de página anterior
“te devuelvo la plata porque no pude
jugar. Lo intenté pero no”. El tipo me dijo
“estás loco. Vi el esfuerzo que hiciste
para ponerte en forma. Andá, recuperate,
operate las veces que te tengas que ope-
rar y vení que acá tenés lugar”. Nunca
más volví. Me vine, me operé de la rodi-
lla, del pubis, y el médico ahí me dijo
“con tu rodilla, tenés que pensar en poder
caminar en el futuro. Tenés la rótula des-
trozada”. Ahí dejé el fútbol.
—¿En qué país te golpeaban más?
—A mí me golpeaban bastante porque en
la posición en la que jugaba siempre reci-
bía pero no sentí que me pegaran más
en algún lado. Sí en el fútbol argentino,
cuando te querían lastimar te lastimaban.
En Escocia o Israel si te pegaban era por
el fragor del partido, no con mala inten-
ción.
—Acá hay jugadores con mala inten-
ción.
—No sé si mala intención pero era
fuerte. Si te podían sacar de un partido
te sacaban. Hoy creo que ha cambiado,
con las cámaras. Acordate que en esa
época filmaban un partido por semana.
Vos en un córner podías pegar 3 trompa-
das que si el árbitro no te veía no pasaba
nada.
—¿Menotti te cambió de puesto?
—Sí. Yo jugaba de volante por izquierda,
como 10, en la reserva. Y él me dijo,
“tenés que hacer lo mismo pero del lado
derecho”, porque del izquierdo tenía
todos monstruos. Tenía el Beto Mársico,
el “Chino” Tapia, Tejera, Da Silva, el pa-
raguayo Neffa. Tenía como 7 antes que
yo para jugar. Por derecha me adapté.
Igual con tal de jugar en la primera de
Boca me hubieran puesto de arquero y
jugaba igual. Son muchos chicos los que
no llegan y con muchísimas condiciones.
—¿Qué pasa con esos chicos?
—A mi me da mucha lástima. A veces no
llegan por el destino y a veces porque no
se dan cuenta de que si insisten llegan. A
veces no tenemos un maestro, un papá
que te diga “dale, que vas a llegar”. Yo
tengo una anécdota con mi viejo en esa
época que no jugaba, él vio eso. Yo ya
era profesional y no jugaba en reserva,
jugaban por ahí chicos más chicos. Y me
dijo “Beto, no vas a tener posibilidades
ahí. Venite a San Juan que acá por ahí
podés jugar, podés estudiar, yo te voy a
ayudar”. Y yo le dije “no, cuando me
echen, perdé cuidado que me vuelvo,
pero mi lugar es este. Voy a pelear acá”.
Y después se me dio la posibilidad.
—Un partido en la primera de Boca
debe ser lo máximo, salvo la Selección.
—Yo creo que sí. Obviamente la cami-
seta de la selección es otro nivel, luego
de haber sido jugador de Boca o de cual-
quie equipo es soñar con la selección.
—¿Soñaste eso?
—Sí. Tuve la suerte de jugar el sub 20,
que no es lo mismo. A mí me quedó muy
lejos la selección. Es más cuando estaba
en Estados Unidos decían que Passare-
lla nos estaba mirando, pero me quedó
muy lejos, me fui del fútbol grande.
—¿Y volviste a San Juan?
—Volví a Buenos Aires. Tengo esa expe-
riencia en Italia, me vuelvo a Buenos
Aires y me opero. Ahí no sabía qué
hacer. Tenía más o menos una posición,
compré unas casas, las alquilaba. Hice
el curso de entrenador de fútbol, andaba
buscando el norte en mi vida. Porque era
muy joven para la vida y muy viejo para
arrancar algo. Entonces estaba medio
complicado. Estuve varios años con mi
señora en Buenos Aires y siempre venía-
mos acá de paseo, teníamos un depar-
tamento. Parábamos un ratito y nos
íbamos. Y le dije “¿por qué no probamos
un tiempo ir a vivir a San Juan?” que no
es lo mismo que ir de vacaciones.
—¿Y vivías de alquileres?
—Sí, tenía un buen pasar, no tenía el
apremio económico pero si el apremio de
levantarme en la mañana. Empecé a jugar
al tenis. No era algo muy placentero. Vini-
mos, probamos un año y mi señora me
dijo “me trajiste engañada porque vos sa-
bías que te ibas a quedar”. Y de a poco
empezamos, invertimos acá en algún pro-
yecto inmobiliario, mi señora se puso una
Alberto Naveda y Mariela Rodríguez se casaron el 8 de enero de 1999, en la Catedral de
Morón, Buenos Aires
Cuando su hija Mar-
tina cumplió 15 años,
toda la familia viajó a
Playa del Carmen.. Al-
berto junto a su es-
posa Mariela y sus
hijas Martina, Catalina
y Agustina
El
futbolista...
ALBERTO
l
En 1991 fue
convocado a la
Sub 20 que dirigía
"Mostaza” Merlo, y
que participó del
mundial en Portugal.
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