dos partidos en el año. Mi viejo siempre tiene
recuerdos de 1964, cuando salieron campeo-
nes argentinos en el Campeonato Dr. Adrián
Beccar Varela.
—Salió campeón 3 años seguidos San Juan.
—Lo eligieron el mejor jugador. En esa época
San Juan tenía un nivel futbolístico bien alto y
no es por ahí lo que sucede hoy.
—Hoy, casi somos una franquicia, con
jugadores y técnicos que vienen de
afuera.
—Sí, sería muy lindo poder ver a nues-
tros chicos crecer. Los que han tenido
posibilidad de jugar y debutar en pri-
mera en San Martín ya están en
otros clubes. Creo que hay tiempo
para mejorar eso y que los clubes
se nutran. En las provincias no
tenemos posibilidades de hacer
algo en el fútbol o de trascender
si no usamos las inferiores por-
que los recursos económicos
son menores que los de los
equipos que están en Buenos
Aires. No es por desmerecer a
los jugadores que están acá, que
son grandes profesionales, pero
los mejores siempre están allá.
—Y si aparece uno bueno acá se
lo llevan.
—Se lo llevan rápido, sería un tema
para poder crecer y en un par de
años ver jugadores nuestros.
—Hablemos un poco de tu niñez
¿Dónde fue? ¿En Concepción?
—En Concepción. Yo nací en la
calle Lautaro, la pared de la casa
de mi padre divide la vivienda de la
cancha de San Martín. Ahí nací y
creo que mis padres habían com-
prado la casa ese año o el anterior.
La verdad es que tuve una niñez muy
feliz, jugando todo el día al fútbol. Ahí
cerca construyeron el barrio San Mar-
tín, los edificios. Así que vi toda esa
obra haciéndose en la esquina de mi
casa. Siempre jugando en la calle, la
verdad he disfrutado mucho mi niñez.
—Tu vida pasaba por el fútbol...
—Jugaba a todo, a la pelota paleta,
hacía natación, nos íbamos a jugar al
frontón. Pero sí, desde los 4 años em-
pecé a ir a la escuela de fútbol de Juan
José Chica y Rogelio Mallea. Mi viejo
me llevó y me depositó ahí. Yo era chiqui-
tito, no sabía ni dónde pararme en la cancha.
A partir de ahí el fútbol fue mi vida.
—Comencemos hablando de tu familia. Tu
padre fue futbolista también.
—Sí y mi madre fue maestra de escuela. Tengo
tres hermanas mayores, Alicia, Claudia y Mar-
cela. Una familia tipo de San Juan, labura-
dora, con un viejo que laburaba en la
Policía, en el Banco Hispano y jugaba
al fútbol, no sé cómo hacía con los
tiempos para hacer todo.
—Tu viejo fue una institución en
el fútbol sanjuanino, fue parte
de un San Martín glorioso...
—Sí, la verdad que por mi edad
no lo pude ver a ese equipo,
pero siempre me dicen por la
calle “el que era bueno era tu
viejo, no vos”. Y es verdad.
—Cuando uno tiene el mismo
nombre que el padre siempre
están las comparaciones...
—Sí, pero la verdad es que siem-
pre lo tomé con humor y tengo
gran admiración por mi viejo. Yo lo
vi de grande y hasta hoy lo disfruto,
también como persona. Para mí es
un orgullo que me digan eso.
—Después vino la televisión, los
torneos nacionales y todos
aprendimos mucho más de los
equipos de Buenos Aires que de
los sanjuaninos. Pero hubo una
época en San Juan donde el fútbol
era importante, llevaba mucha gente
a la cancha y eras de San Martín o de
Atlético. Era casi irreconciliable.
—Tal cual. Creo que ellos han sido esa ca-
mada de San Martín que ganaba casi todos
los campeonatos. Creo que perdían uno o
8
CON TU VIDA
Escribe:
Juan Carlos Bataller
ALBERTO NAVEDA
l
Alberto "Beto"
Dante Naveda nació
el 23 de noviembre de
1971 en Concepción.
Hijo de un gran
jugador de San Martín
del mismo nombre y
de Perla Menzo, se
casó con Mariela
Rodríguez y tiene tres
hijas Agustina,
Martina y Catalina.
Un futbolista
trotamundo