El Nuevo Diario - page 14-15

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Viernes 21 de abril de 2017
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¡Quién lo diría! Medio siglo
haciéndonos reír
E
l anuncio fue noticia en todos los
medios. El tan esperado estreno
de “Les Luthiers Gran Reserva”
en Buenos Aires será el próximo
19 de mayo, en el Teatro Gran Rex.
“Les Luthiers Gran Reserva”
es una
nueva antología que reúne, renovados,
grandes éxitos de su historia, con obras
memorables como “La Balada del 7º Re-
gimiento”, “San Ictícola de los Peces”,
“Entreteniciencia Familiar”, “La Hora de la
Nostalgia”, “Quién Conociera a María”, el
bolero “Perdónala”, “Ya No te Amo, Raúl”,
“Rhapsody in Balls”, “El Sheriff Benson”,
“Música y Costumbres de la Isla de Maka-
noa”, entre otras.
Este es el espectáculo nº 37 de Les Lu-
thiers, que este año cumplen 50 años, y
que han cautivado a más de 9.500.000 de
espectadores en todo el mundo.
Los comienzos
Hoy, Les luthiers tiene seguidores en
todo el mundo. Pero… ¡ como fueron
los comienzos?
A comienzos de los años sesenta se des-
arrollaba en Argentina y especialmente en
Buenos Aires una intensa actividad coral
universitaria.
Prácticamente en cada facultad del país
existía un grupo coral integrado por jóve-
nes universitarios de diferentes discipli-
nas atraídos por la posibilidad de ensan-
char sus horizontes musicales en franca
camaradería.
Como prolongación de estos intereses
era frecuente la realización de festivales
intercorales en los cuales -y además de
la obligada audición mutua- se presenta-
ban paralelamente actos de humor do-
méstico protagonizados por grupos
formados en cada coro.
En septiembre de 1965, durante el Festi-
val de Coros Universitarios realizado en
la ciudad de Tucumán, integrantes de
uno de los coros de la Universidad de
Buenos Aires presentaron para los
demás participantes un espectáculo de
música y humor.
Se trataba de divertir a la audiencia con
la parodia de un muy formal concierto
ofrecido por solistas, pequeño coro y
conjunto orquestal integrado por instru-
mentos no convencionales que los mis-
mos intérpretes habían construidos con
materiales caseros.
La obra central de aquel programa era la
Cantata Laxatón y había sido compuesta
por uno de los integrantes del grupo, el
arquitecto Gerardo Masara, quien tam-
bién fue el inventor de la mayoría de los
instrumentos utilizados en aquella opor-
tunidad.
La música parodiaba una cantata ba-
Les Luthiers cumplen 50 años y en mayo presentan un
nuevo espectáculo en Buenos Aires. La historia del
grupo argentino famoso en todo el mundo hispano.
rroca, pero con su texto tomado del pros-
pecto de un conocido laxante.
La originalidad de la propuesta, la univer-
salidad del humor y el rigor evidenciado
en la preparación del breve show -que
superaba en mucho el nivel de estudian-
tina usual de aquellos actos- fueron tal
vez la causa de un eco inesperado: poco
después una revista porteña narró el su-
ceso postergando en su comentario casi
toda mención al festival coral que su-
puestamente había sido el evento princi-
pal de aquellas jornadas.
Al poco tiempo, y ante la sorpresa de los
inexpertos jóvenes, el grupo fue contra-
tado para repetir el inaudito espectáculo
en una sala de la capital argentina. Se
trataba de un pequeño teatro con ten-
dencia a la programación de vanguardia
en donde el conjunto se presentó -ahora
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s
con el nombre de I Musicisti- para ofrecer
unas pocas representaciones. Ante la
sorpresa de todos, el éxito fue grande y
las actuaciones debieron prolongarse por
espacio de tres meses.
Este triunfo resultó decisivo para que,
poco después, el grupo fuera aceptado
en la programación del Instituto Di Tella,
por ese entonces templo de las vanguar-
dias artísticas de Buenos Aires y centro
de estudios teatrales, musicales y plásti-
cos, reconocido mundialmente.
El espectáculo presentado I.M.Y.L.O.H. (I
Musicisti Y Las Óperas Históricas), cons-
tituyó el más grande éxito de público que
conociera la sala del Di Tella.
A partir de 1967 el conjunto adoptó su
denominación actual -Les Luthiers- coin-
cidiendo con un largo período de perfec-
cionamiento de su estilo e identidad
artística. La involuntaria entrada de Les
Luthiers en el profesionalismo y el ines-
perado crecimiento de público y estima,
enfrentaron al conjunto con nuevos tipos
de audiencias, demandas y tentaciones.
Tal vez haya sido la suerte de gozar de la
frescura de quienes siempre trataron de
hacer reír para en realidad divertirse a sí
mismos, lo que los preservó del camino
directo, del producto improvisado, de la
risa fácil, del humor chabacano.
Cuando Les Luthiers comenzó a efectuar
giras internacionales -debieron pasar
nueve años de búsqueda y crecimiento-
la crítica y los públicos del mundo fueron
corroborando las sospechas de estos ar-
gentinos que constituyen hoy un autén-
tico motivo de orgullo nacional: se puede
reír con la música y no de la música, se
puede hacer reír con inteligencia, con
elegancia, con sutileza, sin por ello ser
necesariamente artistas para unos
pocos.
La trayectoria recorrida por el grupo a
partir de esta propuesta sigue sorpren-
diendo, aún a sus mismos integrantes
quienes nunca trabajaron en pos del
éxito e incluso ni siquiera creyeron posi-
ble la alegría de que su música-humor
pudiera ser tan alborozadamente recibida
por públicos tan diversos.
Cuando alguna vez se escriban los ana-
les del music hall hispano americano
será tal vez el momento de
señalar cuántas leyes su-
puestamente incontro-
vertibles del show
business han debido
ser modificadas luego
de la irrupción
de Les Luthiers en los medios teatrales
de lengua castellana. En su larga y fe-
cunda vida el grupo ha presentado más
de treinta espectáculos en las salas de
mayor renombre de España y Latinoamé-
rica.
Les Luthiers ha actuado en Argentina,
Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba,
Chile, Ecuador, España, Estados Unidos,
Israel, México, Perú, Paraguay, Uruguay
y Venezuela.
Los integrantes de Les Luthiers son auto-
res del texto y de la música de sus es-
pectáculos, correspondiéndoles también
la dirección y puesta en escena de los
mismos.
E
l conjunto está actualmente com-
puesto por cuatro de sus miembros
fundadores: Carlos López Puccio, Car-
los Núñez Cortés, Jorge Maronna y
Marcos Mundstock. A ellos se les su-
maron, a partir de 2015, Horacio “Tato”
Turano y Martín O’Connor, quienes in-
gresaron en reemplazo de Daniel Ra-
binovich, inicialmente a causa del
agravamiento de su enfermedad y, fi-
nalmente, por su fallecimiento.
Llegaron a ser un septeto en sus pri-
meros años, aunque pasaron a ser un
sexteto tras la muerte de Masara en
1973 y un quinteto al marchar Ernesto
Acher en 1986. Precisamente, la for-
mación más duradera de Les Luthiers
fue la de quinteto, con Carlos López
Puccio, Carlos Núñez Cortés, Jorge
Maronna, Marcos Mundstock y Daniel
Rabinovich, que se mantuvo sin cam-
bios durante 29 años, hasta el falleci-
miento de Rabinovich en 2015.
Asimismo, desde el año 2000 se
agregó la labor de Horacio Turano y
en 2012 Martín O’Connor, como Lu-
thiers suplentes, cada vez que alguno
de los miembros del quinteto titular
debía ausentarse por causas de
fuerza mayor.
Carlos López Puccio
Licenciado en Dirección Orquestal, di-
rector de coros y docente universitario.
Se incorporó al grupo oficialmente en
1971, después de estar colaborando
en él desde 1969. Nació el 9 de octu-
bre de 1946 en Rosario. Su instru-
mento principal es el latín o violín de
lata, pero también toca otros instru-
mentos como cellato, piano, armónica,
violata, percusión (en las obras de
jazz), y en las últimas dos décadas se
lo ve a menudo en los sintetizadores.
Jorge Maronna
Compositor, arreglista y guitarrista.
Comenzó la carrera de Medicina, que
nunca terminó. Nació el 1 de agosto
de 1948 en Bahía Blanca. En el con-
junto canta e interpreta la guitarra y
otros instrumentos de cuerda (cha-
rango, contrachitarrone da gamba,
etc.). Ha colaborado con Daniel Sam-
per Pizano (autor de Les Luthiers de la
L a la S) en algunos libros (como Can-
tando bajo la ducha, El sexo puesto,
De tripas corazón) y en el libreto de la
serie colombiana Leche, y con Luis
María Pescetti en el libro Copyright.
Marcos Mundstock
Locutor profesional y redactor publici-
tario. Nació el 25 de mayo de 1942 en
la ciudad de Santa Fe. Es el presenta-
dor de cada obra y actúa en muchas
E
l Flaco Masara, como lo apodaban,
es reconocido por Les Luthiers como
el fundador del conjunto. Fue por su ini-
ciativa que en 1964, durante el cierre del
V Festival Nacional de Coros Universita-
rios, cuatro futuros miembros de Les Lu-
thiers pusieron en escena Il figlio del
pirata, una opereta cómica de Carlos
Mangiagalli, que había sido estrenada en
Madrid en 1883.
Masara era hijo de catalanes que habían
emigrado a la Argentina a comienzos del
Siglo XX. Sus abuelos fueron actores vo-
cacionales. Uno de ellos (Gregorio Sil-
vestre) resultó ser, además, director
teatral. En 1938 estrenó en Buenos Aires
Mar y cielo, de Angel Guimerá, con la cé-
lebre actriz Margarita Xirgu. Antes de
venir a la Argentina había sido artesano.
Como herrero, participó en la confección
de los balcones de La pedrera, el célebre
edificio de Antonio Gaudí.
No es casualidad que su nieto Gerardo
siguiera la carrera de arquitectura, de la
cual se recibió en 1963. La partitura de Il
figlio del pirata tampoco llegó a manos de
Gerardo por casualidad; la había traído
su abuelo Gregorio de Barcelona.
Los padres de Gerardo, si bien no tuvie-
ron más educación formal que el colegio
primario, poseían una cultura muy am-
plia. Su madre, Antonia, era profesora de
piano. A los 11 años Gerardo le pidió que
le enseñara a tocar. Así dio sus primeros
pasos en la música. “Un día le pregunta-
mos de quién era una pieza que estaba
tocando. Nos dijo que la había com-
puesto él. Tenía 15 años”, recuerda Nuri,
la hermana de Gerardo.
A comienzos de los años 60, el Flaco co-
menzó a cantar en el coro de la Facultad
de Ingeniería de Universidad de Buenos
Aires. Al poco tiempo se casó con Mag-
dalena Tomás.
Tras el éxito de Il figlio del pirata, Ge-
rardo compuso, a comienzos de 1965, la
Cantata Modatón, escrita al estilo de Jo-
hann Sebastian Bach, pero con la letra
sacada del prospecto de un laxante. Pro-
puso representarla con el coro, solistas y
una orquesta de exóticos instrumentos
construidos por ellos mismos. El Flaco
dio el ejemplo al fabricar el bass-pipe a
vara, enorme instrumento de casi dos
metros de largo, que hoy en día Les Lu-
thiers sigue utilizando.
La Cantata Modatón –más adelante re-
bautizada Laxatón- tuvo un éxito extraor-
dinario, y les abrió las puertas al mundo
del profesionalismo. Así surgió I Musi-
cisti, grupo del cual Masara decidió sepa-
rarse en 1967, junto con Mundstock,
Rabinovich y Maronna, para fundar Les
Luthiers.
Antes de fallecer, a los 36 años, debido
una enfermedad que fue minando sus
fuerzas, Gerardo llegó a vivir los prime-
ros éxitos de Les Luthiers; participó en la
grabación de los tres primeros discos y
en giras a Punta del Este y a Venezuela.
vidriera
El fundador
Los integrantes
EL HUMOR ESTÁ DE FIESTA
1...,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13 16,17,18,19,20,21,22,23,24,25,...28
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